
En preparación para el Capítulo, nosotras las Hermanas y Asociados, oramos la Oración del Capítulo 2015 e invitaciones para orar fueron enviadas a todas las parroquias. Creo que esto nos permitió entrar al Capítulo con corazones libres y llenos de entusiasmo, corazones cargados de esperanza y paz.
Entramos al Capítulo con un ritual hermoso y escuchamos el discurso de la Hermana Sandra. Respondiendo a este, se nos invitó a escribir una palabra o pensamiento que significara algo para cada una y que los colocáramos en los separadores que después fueron transportados al Salón McKinley donde permanecieron por el resto de los días que duró el Capítulo. Como parte del ritual llamamos a nuestros fundadores y fundadoras y a nuestras Hermanas fallecidas sobre cuyos hombros nos sostenemos pidiendo que estén con nosotras. Oramos una letanía y después de cada nombre, la respuesta fue “que esté con nosotras.” Tantas fueron los nombres que se dijeron de Hermanas ya fallecidas – me sentí fortalecida con cada nombre que fue llamado.
Nuestros retratos individuales fueron desplegados afuera de nuestro cuarto de reunión. Cada día se añadían más fotografías, todas con caras sonrientes, “mujeres alegres.” Este collage de rostros me mostró a mi unidad y fuerza.
El trabajo de nuestra facilitadora la Hermana Yvette Bellerose y del Comité Diseñador del Capítulo fue muy apreciado. El trabajo que el grupo hizo antes del Capítulo fue bien planeado y las respuestas a los temas, tales como las declaraciones de la visión y misión, los vulnerables, legado y más, nos ayudaron grandemente en el proceso del Capítulo.
- Hermana Marilyn Kearns
