Nuestro crecimiento como Hermanas de la Providencia es un proceso de por toda la vida por el que nos hacemos lo posible por encontrar una respuesta profunda a la gracia de nuestra vocación. Conforme crecemos en conciencia de nuestro llamado a la vida religiosa, se nos desafía a tomar responsabilidad personal para integrar nuestro crecimiento físico, emocional y espiritual, mientras balanceamos rezos, ejercicio, descanso, diversión y trabajo en un ministerio que refleje nuestras cualidades y aptitudes.

Hermanas
Nuestro crecimiento como Hermanas de la Providencia es un proceso de por toda la vida por el que nos hacemos lo posible por encontrar una respuesta profunda a la gracia de nuestra vocación. Conforme crecemos en conciencia de nuestro llamado a la vida religiosa, se nos desafía a tomar responsabilidad personal para integrar nuestro crecimiento físico, emocional y espiritual, mientras balanceamos rezos, ejercicio, descanso, diversión y trabajo en un ministerio que refleje nuestras cualidades y aptitudes.
