Un Ilamado

Nuestro crecimiento como Hermanas de la Providencia es un proceso de por toda la vida por el que nos hacemos lo posible por encontrar una respuesta profunda a la gracia de nuestra vocación. Conforme crecemos en conciencia de nuestro llamado a la vida religiosa, se nos desafía a tomar responsabilidad personal para integrar nuestro crecimiento físico, emocional y espiritual, mientras balanceamos rezos, ejercicio, descanso, diversión y trabajo en un ministerio que refleje nuestras cualidades y aptitudes.

Hermanas

Nuestro crecimiento como Hermanas de la Providencia es un proceso de por toda la vida por el que nos hacemos lo posible por encontrar una respuesta profunda a la gracia de nuestra vocación. Conforme crecemos en conciencia de nuestro llamado a la vida religiosa, se nos desafía a tomar responsabilidad personal para integrar nuestro crecimiento físico, emocional y espiritual, mientras balanceamos rezos, ejercicio, descanso, diversión y trabajo en un ministerio que refleje nuestras cualidades y aptitudes.

Asociados

Los Asociados de la Providencia son mujeres y hombres laicos, casados o solteros, que sienten el llamado a asociarse con las Hermanas de la Providencia de San Vicente de Paul en su carisma, espiritualidad y misión sin ser miembros en la congregación. El carisma – un regalo del Espíritu a la Iglesia – de las Hermanas de la Providencia es el de confiar en la Providencia y servir con compasión, especialmente al pobre. Este regalo compartimos con nuestros Asociados.