Desde la izquierda: Debbie Muise, Barbara Baker, Regina Lannon, Debra Wade, Eleanor Casey, Carol Groten, Sister Gayle Desarmia, and Valerie Kelly.
POR BARBARA BAKER, DIRECTORA ASOCIADA
Los Asociados de la Providencia se reunieron el fin de semana del 26 al 28 de abril de 2019, para elegir a su Director y a los miembros del Comité Asociado de la Providencia para un nuevo mandato. Alice Gazeley, Asociada de la CND, facilitó las elecciones. Fue el paso final en un proceso de discernimiento de seis meses que hizo que Bárbara Baker fuera aclamada como Directora y seis mujeres elegidas como miembros del comité; Carol Groten y Regina Lannon fueron reelegidas, Valerie Kelly y Eleanor Casey de Kingston, Debra Wade de Brockville y Debbie Muise de Camrose conforman el nuevo equipo. Los miembros apreciaron profundamente la atmósfera y el tono, mientras Alice los guiaba a través del proceso con la ayuda de escrutadores, Judith Cleland y Barb Remington y las corredoras Patricia Van Boxmeer y Carolyn Kirkup. La noche del viernes terminó con los Asociados que se unieron a las Hermanas para celebrar el siguiente paso en el proceso en curso hacia su futuro desconocido.
El sábado y el domingo fueron facilitados por Bárbara Baker mientras los treinta y seis Asociados de la Providencia trabajaron juntos para volver a redactar su Manual para que este refleje su realidad presente. La Hermana Gayle Desarmia y la Hermana Francés O’Brien, que estaban presentes como personas de apoyo, expresaron su satisfacción por la forma en que los Asociados de la Providencia trabajaron diligentemente en cada tarea que se les pedía. Cuando se completó el trabajo, tres escritores fueron bendecidos, Ann Boniferro, Regina Lannon y Valerie Kelly y se encargaron de integrar todo el material en un todo cohesivo. Devolverán su trabajo al grupo que se reunirá el próximo octubre para su ratificación.
El sábado, después de una cena de celebración, tres personas, Sandy Braga, Henry Clarke y Beverly Koski se comprometieron como Asociados de la Providencia en la Oración de la Tarde. Fue una liturgia profundamente conmovedora que dejó a las personas conscientes de la presencia del Espíritu Santo y el apoyo de todas las Hermanas presentes.