El Hospital St. Mary, Camrose, Alberta, como se veía desde 1924 hasta 1948.
POR VERONICA STIENBURG, ARCHIVISTA
El Hospital St. Mary de Camrose, Alberta, celebró su centenario el 24 de octubre. Los anales, una especie de diario, que llevan las Hermanas que viven en el Hospital St. Mary comienzan el 29 de octubre de 1924. Celebremos el centenario del hospital mirando algunas de las primeras entradas de los anales:
29 de octubre de 1924: la Hermana Mary Alban llegó a las 4:30 a. m., para unirse a la Hermana Mary Clotilda, Superiora y a la Hermana Mary Matilda, que habían llegado una semana antes. Por la tarde cayó una fuerte nevada que hizo que los caminos se pusieran en mal estado, especialmente para ir a misa.
30 de octubre de 1924 – Pasamos el día abriendo cajas, desempacando muebles, tratando de colocarlos, abriéndonos paso entre trabajadores de todos los oficios.
7 de noviembre de 1924 – Es el primer viernes – Las Hermanas Mary Alban y Matilda fueron a la misa de las 7:30 y a la hora santa de la tarde. El plomero trajo los esterilizadores de Daysland; qué decepción nos llevamos al descubrir que no teníamos los accesorios para conectar el vapor, lo que significa una demora de dos semanas. Afortunadamente, la Hermana Mary Mercy había esterilizado un suministro de artículos antes de que los desconectaran en Daysland.
8 de noviembre de 1924 – Salimos para la misa. El viento era tan frío y fuerte que tuvimos que regresar porque no podíamos continuar.
9 de noviembre de 1924 – Domingo – Misa en la iglesia a las 8:30. ¡Qué alegría nos dio oír al Padre decir: “El próximo domingo habrá una misa en el hospital”. Gracias a Dios.
12 de noviembre de 1924 – Un día de gran importancia – Misa en nuestra propia capilla en honor a San José. … A las 6:00 p. m., el Dr. Craig llamó para decir que tenía un caso de emergencia para una operación, si era posible. Todos se pusieron a preparar una habitación. La Sra. Edward Kremin, Ohaton, era la paciente: apéndice perforado. El Dr. Craig, cirujano; el Dr. P.F. Smith, anestesiólogo; la Hermana Mary Mercy, asistente; la Hermana Mary Alban y la Srta. Green, circulando. Otro problema fue: ¿Quién se quedaría despierta con la paciente? La Hermana Mary Alban resolvió ese problema.
