
De la Homilía Jubilar del Padre Ed Debono OFM Conv.
Tu mirada ha estado fija en Jesús desde antes que consagraras tu vida a él. Aceptaste su invitación a unírtele para construir el Reino de Dios. A través de los años has leído las escrituras, las has estudiado y has examinado Su vida.
A través de los años has pedido a Jesús que te guie en tu vida espiritual. Viste como vivió, como habló él con personas, como fue compasivo con los pobres, los enfermos, los ciegos y los cojos. Fue firme con Pedro, invitador con Tomas y apoyo a la mujer que fue descubierta en adulterio.
Tú ejemplificaste Su vida con tu dedicación, tu voluntad para ayudar a otros y tu compromiso personal con tu comunidad. El poder desarrollar la fortaleza de carácter, la confianza y la convicción de tu llamado a evangelizar y ayudar a construir el Reino de Dios se ha dado no solo a través de enfocarse en Jesús sino a través de encontrar a Jesús.
Tú respondiste a este imperativo desde Jesús. En tus misiones predicaste el Evangelio a las personas que ibas conociendo al hacer todo lo que pudieras por los demás. Tú has hecho un gran trabajo en la construcción del Reino de Dios, al evangelizar a otros. Encontrarse con Jesús involucra una confianza mutua, uno en el otro. Incluye una aceptación y amor de unos por otros; un deseo de colaborar con Jesús en su misión.
Cuando se te asignaron tus diferentes tareas, tú las aceptaste. Al hacerlo así, colaboraste con el Espíritu Santo para ir a lugares que el Señor deseaba que fueras para dar ministerio en su nombre.
Esta celebración jubilar no significa que tu trabajo ha concluido. Tu amor por Jesús continúa. Sigue rezando y haciendo cosas para construir el Reino de Dios. Que Dios las bendiga a todas ustedes.