
Fue una Hermana de la Providencia la que primero enseñó al Dr. Mark Sirett a tocar el piano – y él nunca lo olvidó. Ahora que él ya es un distinguido compositor y el director de los Coros Cantabile de Kingston, cada año el trae por lo menos uno de sus coros a cantar enfrente de las Hermanas en la Casa Madre.
Por muchos años, esto fue coordinado por la directora de la liturgia musical en la Casa Madre, Marg Spooner, que tristemente falleció en diciembre.
Gracias a su amor por cantar, Marg se convirtió en una muy buena organista y directora coral. Fue también uno de los miembros fundadores del Coro Cantabile. En junio, Cantabile llevó a cabo en su memoria, un concierto junto con un coro visitante. Se le llamó Por la tarde. Este concierto resultó ser muy agradable.
En lugar de vender boletos, el concierto pidió donaciones para una caridad que Marg siempre apoyó, el Fondo Marillac para la Misión. Este fondo apoya el trabajo de las Hermanas en el Perú. Se juntó $3,400 dólares, un hermoso testamento a Marg.