Meditaciones de la Hermana Marie para la tranquilidad/Plenitud

De febrero a abril este invierno, la Hermana Marie Dundon transformó el auditorio de la Casa Madre en un oasis de quietud y paz. Su series de los miércoles, Meditaciones de Kingston para la Paz, fueron llevadas a cabo en colaboración con Búsqueda de Paz.

Búsqueda de Paz es un movimiento que empezó en Kingston para traer paz a los aniversarios de guerra, especialmente los años marcando el centenario de la Gran Guerra. Su enfoque es más que nada externo – eventos públicos, eventos escolares, eventos culturales. Pero las intenciones de la Hermana Marie fueron más bien, personales. Sus sesiones trataron acerca de la paz interior – la base, según ella cree, de una más profunda y extensa paz. En las sesiones todos estuvieron calmados y enfocados. Y formaron parte de un movimiento internacional para meditar por la paz.

Ella se preparó cuidadosamente, encontrando fotografías y artículos para usarlos en sus sesiones. Preparo el salón muy bien – creando una atmósfera interesante y de paz. Y escogió música adecuada para centrar a los participantes. Ella les agradece ahora el “haber mantenido el tema de la paz interior a través de todas las sesiones” de manera que “cada vez, como una unidad todos ayudamos a crear una atmósfera de quietud pacífica.”

Conforme las semanas pasaron la Hermana Marie se dio cuenta de que mientras más se enfocaban los participantes en la paz, una mayor paz fue experimentada. Lee la oración de nuevo. ¿Acaso no es eso lo que ustedes esperarían? Ahora piensen en esto: Al enfocarse en la paz, a veces los participantes trajeron guerra, violencia, disturbios y problemas. Hicieron esto porque esos temas son los que los llevaron a buscar la paz. Pero la Hermana Marie encontró que cuando el tema se volcó hacia la violencia, así también la atmósfera y la habilidad para “ser” pacíficos. Las personas se emocionaron y se encandilaron. Ella se dio cuenta de que para ser pacifico tienes que estar en paz, silencioso y quieto, y así dirigió las sesiones.

Los participantes disfrutaron. Bárbara Jackson nunca antes había meditado antes pero tenía interés y curiosidad de probar así que le dijo a su amiga Mary que aceptaba ir con ella. Su vida transcurre con un ritmo rápido y a ella le encantó esta experiencia. La Hermana Susan Pye había estado en la mayoría de las sesiones y aprecio la “meta de paz, saliendo de nosotros al mundo.” Reconoció también cuanto trabajo la Hermana Marie puso en su preparación. David Best asistió a la última sesión para apreciar en persona a la Hermana Marie en acción: “Es maravilloso ver su energía,” dijo. “Ella es una inspiración.” Su esposa Carole había asistido a numerosas sesiones y se dio cuenta que las sesiones son una oportunidad para ser inspirados por los demás y para compartir con ellos.